“(…) Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner libertad a los oprimidos” Lucas 4:18 (RVR 1960)

Nadie tiene el derecho de quitarte la dignidad que tienes como persona y como hijo de Dios, en ocasiones, hay personas que se supone que están para dar amor, cuidado y protección, pero lamentablemente en la práctica realizan todo lo contrario. Tal es el caso de personas violentas, quienes maltratan tanto física como psicológicamente, llegando al abuso que en muchos casos incluye lo sexual. Ante esta situación, el temor puede llevarte a quedarte callado, pero es necesario romper el silencio, pedir ayuda que puede ser un gran primer paso para salir de esta situación. Jesús vino a sanar, restaurar y traer libertad a nuestras vidas, por lo tanto, no debemos vivir con menos que eso. Te animo a dejar el temor y romper con el silencio. ¡Basta ya de violencia!

Por Neyda Cruz

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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