“Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda.”  Al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y comenzó a andar. Pero aquel día era día de reposo. ”  Juan 8:5-10 (NBLH)

Jesús al ver que este hombre estaba 38 años con esa condición, tuvo misericordia, lo sanó, perdonó y aconsejó diciéndole: “no peques más” V. 14. Sin embargo, muchas veces no nos alegramos por las bendiciones que otros reciben, por el contrario, cuestionamos y juzgamos.

Esta actitud era propia de los fariseos,  quienes a pesar de conocer a Dios, condenaban al prójimo con una falta total de amor y misericordia. Mateo 12:7-8 (NBLH) “Pero si ustedes hubieran sabido lo que esto significa: ‘Misericordia (compasión) quiero y no sacrificio,’ no hubieran condenado a los inocentes. Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.”

Dejemos que el Espíritu Santo obre en nuestra vida y nos ayude en todo momento a ser un reflejo de Él y podamos ofrecer amor y perdón a nuestro prójimo. ¡Decide ser cómo Jesús!

“Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.” Efesios 4:2 NVI,

“Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado” Juan 15:12 NVI

Por Danitza Luna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario