“Por el Dios de tu padre (…) te bendecirá Con bendiciones (….) del vientre.” Génesis 49:25 (RVR1960)

La maternidad es un privilegio que Dios nos da, por el cual, El como Creador de todo el universo, nos permite a nosotros, simples seres humanos participar de esa maravillosa creación, dándonos la capacidad de procrear. Esto es algo hermoso y una bendición aunque no siempre es recibido de esta manera. Muchos creen tener el derecho a decidir sobre la vida de su hijo, porque el embarazo no estuvo planificado o llegó en un mal momento o simplemente porque no se sienten preparados para ejercer una paternidad responsable. Como si esto le diera algún tipo de licencia para acabar con la vida del hijo que se está gestando en el vientre de su madre. Esto de ninguna manera es así, debemos considerar que Dios es el único capaz de dar o quitar la vida, esto en ningún caso le corresponde al ser humano. “Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.” Hechos 17:25.

El aborto transgrede directamente el mandamiento “no matarás” obviamente esto no pudiera traer ningún tipo de bendición. Muchas mujeres piensan en el aborto como una salida debido a su desesperación de encontrarse con un embarazo no deseado, pero es necesario dejar en claro que la muerte nunca puede ser una opción válida. Muchas son las consecuencias, físicas, emocionales y espirituales de un aborto, todas igualmente graves y nefastas.

Quizás estés abrumada por la situación o tal vez te sientas sola e incapaz de enfrentar nuevas responsabilidades, pero es necesario que recuerdes que la maternidad es una bendición de Dios, aún cuando no llegara en el momento que esperabas. Dios nunca te dejará ni a ti ni a tu hijo, si tan solo puedes confiar en Él.

Por Danitza Luna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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