“Pero el Señor le dijo a Josué: -¡Levántate! ¿Por qué estás ahí con tu rostro en tierra? ¡Israel ha pecado y ha roto mi pacto! Robaron de lo que les ordené que apartarán para mí. Y no sólo robaron sino que además mintieron y escondieron los objetos robados entre sus pertenencias” Josué 7:10-11 (NTV).

Cuando uno fracasa, en ocasiones tiende a cuestionar a Dios, y dice: “¿Por qué permitiste que pasara esto?” Lo mismo le pasó a Josué, un personaje del antiguo testamento que se registra en el libro de Josué capítulo 7. El pueblo de Israel había sido derrotado por sus enemigos, pero el Señor en su infinita misericordia le rebela a Josué que el pueblo había pecado contra Él, por lo cual ellos fueron derrotados y seguirían perdiendo frente a sus enemigos si no obedecen lo que Él les había ordenado.

Hoy en día, podemos estar en la misma situación, es posible que el fracaso que hemos sufrido, sea una simple consecuencia del pecado. En lugar de lamentarnos por la derrota, es importante que pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a identificar el pecado que hay en nosotros, para que luego de arrepentirnos, tomemos la decisión de obedecer Palabra de Dios. De tal manera, podremos levantarnos del fracaso para comenzar a vivir de victoria en victoria.

Por Neyda Cruz

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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