“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 (RVR1960).

Para muchas personas suele ser difícil no dejarse llevar por sus emociones o impulsos; la ira, el enojo, la tristeza y la auto conmiseración son claras manifestaciones que evidencian la falta de control de una persona.

Cuando no controlamos estas emociones, ellas terminan controlándonos a nosotros, ¿te es familiar sentirte mal luego de que por un impulso dijiste o hiciste algo que terminó dañando a otra persona o a ti mismo?

Como hijos de Dios, contamos con la ayuda de Su Santo Espíritu, quien puede obrar en nuestras vidas, moldeando nuestro carácter, puliendo nuestros talentos y aptitudes, llevándonos a ser una mejor versión de nosotros mismos. Solo pídele que opere un cambio en ti, que te llene con Su presencia y que tome el control de tu vida.

Por Cesia Serna.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario