Quizás hoy te encuentres luchando contra ti mismo, al punto que hasta te sorprendes de tus propias actitudes, reacciones o de los pensamientos que invaden tu mente. Recuerda que siempre puedes ir delante de Dios para abrirle tu corazón y permitir que Él sea quien lo limpie y transforme. Que en esta noche puedas decir como David: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23-24. Por Judith Quisbert

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario