“Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan”. Salmos 86:5 NVI

En muchas ocasiones podemos ser nosotros los que saboteamos el recibir las bendiciones de Dios. Esto ocurre cuando nosotros no nos perdonamos por los errores que hemos tenido en el pasado. Creemos que lo que hicimos no tiene perdón, pero Dios nos recuerda por medio de su palabra que el borra nuestros pecados: “Vengan ahora, y razonemos,” Dice el Señor, “Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán”. Isaías 1:18 NBLH Cree esta promesa y derriba todo pensamiento que se levanta en contra de ella, aprende a mirarte como Dios te ve, con ojos de amor. Anhela con todo tu corazón hacerte libre de la falta de perdón que tienes, porque esto no te dejará avanzar, ni crecer en fe. Él desea que recobres la esperanza y empieces a vivir los planes de bien que tiene para ti.  ¡Rehúsa recordar algo que Dios ha elegido olvidar!

Por Danitza Luna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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