âQuĂ©date quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que Ă©l actĂșe. No te inquietes.â Salmos 37:7-9 (NTV)
ÂżCuantas veces al no recibir la respuesta de Dios, nos desesperamos y buscamos un plan B? Sin embargo, esto que puede parecernos normal, es un error porque en dichos casos, estarĂamos dudando de Su fidelidad.
En la Biblia podemos leer que Sara y Abraham, recibieron la promesa de un hijo. Al ver pasar el tiempo, Sara decidiĂł darle una ayuda a Dios y pidiĂł a su esposo que tomara a su sierva, pero eso de ninguna manera era el plan de Dios, por lo cual trajo amargas consecuencias para sus vidas. Pero la misericordia de Dios aĂșn estaba disponible, a pesar de los apuros humanos, por lo que tambiĂ©n Ismael tuvo una gran descendencia. Finalmente el hijo de la promesa llegĂł para Sara y Abraham, en la vida de Isaac, pero su descendencia hasta el dĂa de hoy se pelea con la de Ismael.
Si hoy estas a punto de perder la paciencia ante una promesa de Dios, ÂĄcobra ĂĄnimo! Porque si el Señor cumpliĂł su promesa a Abraham, tambiĂ©n lo harĂĄ contigo. Solo espera, quĂ©date quieto, no te desesperes. Espera en los tiempos de Dios porque Ăl es fiel.
Por Danitza Luna
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El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, es requerido para su uso por otras fuentes: ArtĂculo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.