“Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.” Efesios 6:4 (TLA)

Muchas veces tendemos a quejarnos del comportamiento rebelde de nuestros hijos, sin ponernos a pensar en nuestra actitud hacia ellos. ¿Te has puesto a pensar si la conducta de tu hijo es producto de lo que tú has sembrado en él? Quizá el que lo ha provocado a la rebeldía eres tú ¿No será que en vez de comprenderlo, amarlo y darle afecto incondicional cometes el error de resaltar sus errores más que sus virtudes e incluso comparándolo con otras personas? Es verdad que todos cometemos errores, por ello quiero animarte a meditar en tus caminos; tal vez anhelas un cambio en la vida de tu hijo pero aunque pasa el tiempo y cada vez parece hacerse más grande, nada sucede, la pregunta es: ¿Estás haciendo algo para que las cosas cambien? ¿No será que el que está fallando eres tú? Tal vez necesites perdonar y pedir perdón a tu hijo. Recuerda que un día tú también fuiste hijo y quizá aún lo seas, y aunque tus padres hayan sido duros contigo, no hagas lo mismo con los tuyos. Pídele sabiduría a Dios para tratarlos con amor y llevarlos a los caminos del Señor.

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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