“En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.” Santiago 3:17 (NVI).

La persona que vive según su propia convicción y alejado de Dios, a la larga no podrá cosechar buenos frutos. En cambio, quien está lleno de la sabiduría de Dios, demuestra en sus acciones la pureza, la paz, la bondad, la docilidad, la misericordia y los frutos que cosecha son abundantes en justicia y verdad.

El Señor está dispuesto a darnos de su sabiduría generosamente y sin menospreciar a nadie (Santiago 1:5). ¿Estás dispuesto a recibir este excelente regalo que viene de lo alto?

Por Giovana Aleman

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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