Si podrĂamos comparar a dos personas que hacen la misma actividad pero con la diferencia de que uno de ellos pone el corazĂłn y el otro la fuerza ÂżQuiĂ©n crees que harĂa un mejor trabajo?
Lo cierto es que la fuerza ayuda cuando la aplicamos en lo realizamos, pues se la necesita; en cambio cuando se pone el corazón la fuerza va incluida en el desempeño y trae consigo satisfacción no solo personal sino con Dios, cosa que no pasa cuando lo hacemos solamente por obligación o apariencia.
1 Corintios 13:1-3 (NTV) dice: âSi pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ĂĄngeles pero no amara a los demĂĄs, yo solo serĂa un metal ruidoso o un cĂmbalo que resuena. Si tuviera el don de profecĂa y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no serĂa nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podrĂa jactarme de eso; pero si no amara a los demĂĄs, no habrĂa logrado nada.â
En todo lo que hagamos debe haber amor dentro de nuestras acciones, pues como cristianos estamos llamados a manifestar a otros lo que hemos recibido de Dios. ÂżDe quĂ© nos servirĂa ser y hacer grandes maravillas pero sin amor? SerĂamos como el metal frĂo, sin vida y no serĂamos nada. AsĂ tambiĂ©n si âseguirĂamosâ a Dios sin amarlo serĂamos solo religiosos.
Lo indispensable para la vida es tener amor, y como el amor proviene de Dios debemos tener una estrecha relaciĂłn con Ăl.
Si hoy reconoces que te falta lo indispensable no es tarde para pedir y recibir del Señor humildemente ese gran motor que te ayudarå a hacer todo con amor.
Ten por seguro que te ama y quiere que tĂș ames de igual forma.
Â
El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artĂculo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.