Cuando estamos pasando por momentos difíciles es muy fácil para nosotros acercarnos a Dios y es que sabemos que Él siempre está ahí para nosotros, para oírnos, para responder, para ayudarnos, consolarnos, etc. 

 

Siempre que necesitamos algo, cuando nos vemos debilitados y que no podemos dar un paso más, es ahí cuando buscamos a Dios y más allá del hecho de saber que en los desiertos que nos toca atravesar en esta carrera de la vida es difícil mantener la fe,  al parecer es mucho más difícil tenerla en los momentos alegres y tranquilos. 

 

Aunque parezca algo contradictorio, es una gran verdad, cuando hemos logrado salir de alguna prueba o problema, lo primero que hacemos es disfrutar de la victoria, compartir la alegría con los demás, etc. pero nos hemos olvidado buscar más de Dios, acercarnos a Él. 

 

Nuestra fe no va creciendo durante la prueba, ésta debe ir haciéndose más grande a través de la oración, de la lectura de su Palabra, de los momentos íntimos que pasemos con Dios y el momento de la prueba o la tormenta es donde haremos efectiva la misma, es en ese momento que la fe que fuimos fortaleciendo hará que salgamos airosos porque será más grande que el problema. 

 

Es hora de evaluarnos y de ocuparnos de hacer crecer nuestra fe. Si ya pasaste la prueba, ¿estás ocupándote en hacerla crecer para la siguiente batalla? 

 

Dios nos dice en su Palabra. “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:7-8 (RVR-1960) 

 

Hoy te invito a fortalecer tu fe, sea un momento malo o bueno, busca de Dios en todo tiempo, pues no se puede poner en práctica la fe que no  hemos cultivado y fortalecido antes. 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario