Que feo que es ser ignorado. Creo que es peor que ser atacado.
ÂżAlguna vez te han ignorado de tal manera que te generaba frustraciĂłn? QuizĂĄs por alguien que te cae mal, y lo peor que hizo fue ignorarte. Claro, uno intenta de hacer lo mismo pero igual el impacto es fuerte. Sucede que muchas veces nos sentimos ignorados por Dios.
No de la misma manera que alguien “malvado” nos ignora, pero si de una manera en la que nuestro corazoncillo se siente adolorido, y desesperado. Lo peor que podemos hacer es desesperarnos. Les voy a confesar que asĂ me sentĂÂ algunas veces. SentĂ que parecĂa que Dios se habĂa olvidado de mi, que por alguna razĂłn no me estaba ayudando, y la promesa que me habĂa dado, parecerĂa que la habĂa olvidado. Pero eso solo sucede cuando estamos siendo pasados por el fuego.
Y me acordĂ© de dos historias mientras conversaba con mi esposo, despuĂ©s de tener una larga conversaciĂłn con Dios. Estas historias estĂĄn en la Biblia y son de gente comĂșn como tĂș y yo, que tenĂan una fe extraordinaria. Esa fe, hizo que los guerreros de Israel cuando tenĂan que conquistar a JericĂł siguieran las instrucciones de Dios cuando les dijo que no pelearan, sino que dieran vueltas alrededor de JericĂł por 7 dĂas y en su Ășltima vuelta gritaran con todas sus fuerzas. Creo que te contĂ© esta historia anteriormente, o quizĂĄs ya la conoces. Pero imagino lo ridĂculos que muchos se sintieron durante todos esos dĂas mientras “Dios habĂa prometido y no cumplĂa”.
Lo mismo sucede en la historia de Job, un hombre que agradaba a Dios en todas las åreas de su vida. Ese momento de espera, por el que él pasó,  se llama: Proceso. Y es allà donde Dios trabaja contigo, y te hace pasar por el fuego para por fin llevarte hasta el cumplimiento de la promesa.
Si es un final en el que Dios todavĂa no cumpliĂł, entonces no es el final. Sigue adelante, Dios estĂĄ trabajando contigo y con tu paciencia. La paciencia produce constancia, y es esa constancia la que te enseñarĂĄ a confiar en Dios durante la prueba.