Nadie puede mirar hacia el pasado sin encontrar cosas de las cuales arrepentirse; se escuchan lamentos de haber perdido oportunidades, de dejar  conflictos sin resolver,  por no realizar proyectos, metas o cumplir ciertos deseos, por lo que terminamos diciendo: “si tan sólo”.

“y al Ășltimo de todos,  como a un abortivo,  me apareciĂł a mĂ­. Porque yo soy el mĂĄs pequeño de los apĂłstoles,  que no soy digno de ser llamado apĂłstol,  porque perseguĂ­ a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy;  y su gracia no ha sido en vano para conmigo,  antes he trabajado mĂĄs que todos ellos;  pero no yo,  sino la gracia de Dios conmigo.1 Corintios 15:8-10.

El apĂłstol Pablo podĂ­a haber estado con JesĂșs desde el principio, podrĂ­a haber tenido todas las facilidades y oportunidades; pero aborrecĂ­a el Evangelio, consideraba a JesĂșs un blasfemo, por lo que tratĂł de exterminar a los cristianos. SabĂ­a que habĂ­a  desperdiciado mucho tiempo y  que otros se le adelantaron, pero tuvo la capacidad de seguir adelante y de decir “he trabajado mĂĄs que ellos aunque no yo sino la gracia de Dios que estĂĄ conmigo”.

QuĂ© fĂĄcil le hubiera sido pasar el resto de su vida en vanos remordimientos acerca del pasado. Él mismo dice: “y por Ășltimo se me apareciĂł a mĂ­ que soy el mĂĄs insignificante de los apĂłstoles porque perseguĂ­ a la iglesia”. Seguro que lamentaba amargamente todo lo que hizo pero no se pasĂł el resto de su vida lamentĂĄndose, sentado en un rincĂłn y repitiendo “fui el Ășltimo en entrar ÂżPor quĂ© lo hice? ÂżCĂłmo puede haberlo rechazado?”

Si somos cristianos, lo que importa antes que nada, no es lo que hayamos sido, sino lo que ahora somos. “Por la gracia de Dios, soy lo que soy”.  No se puede cambiar el pasado, por tanto, si es un tema que nos aflige repitamos lo siguiente:

“No importa cual haya sido mi pasado “yo soy lo que soy” ÂżQuiĂ©n soy yo? Una persona que ha sido perdonada y reconciliada con Dios por medio de la sangre que su Hijo derramĂł en la cruz. Soy un hijo de Dios, adoptado en su familia y voy camino a la gloria.”

Lo que importa no es lo que fuiste, por tanto, si el enemigo te ataca recordĂĄndote el pasado, vuĂ©lvete y dile “todo lo que dices es verdad, yo fui asĂ­, pero ya no me interesa lo que fui, sino lo que soy  por la gracia de Dios.”

Si aĂșn no has soltado el pasado, te animo a  ponerte de rodillas para pedirle perdĂłn al Señor de lo que hayas hecho. Él te escucha, te conoce y entiende, por lo que no tienes que seguir ocultĂĄndote de Él, es tiempo de empezar de nuevo. ÂĄYa no mires atrĂĄs, que hay mucho por hacer adelante!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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