Pasar por una ruptura amorosa es una de las cosas mas difíciles que se pueden experimentar, sobre todo si no le puedes poner un final real a la relación. Si no puedes tener esa conversación que le da cierre a todo.
Una persona me lo describió como una muerte repentina, en la que no tuviste chance de despedirte de la persona y ya no hay manera de encontrarla y te guste o no tienes que seguir sabiendo que la persona aun vive pero vive fuera de tu vida.
En esos momentos buscas desesperadamente maneras para superar la situación, para salir de los sentimientos, del dolor, y de los recuerdos. Ahora tienes que acostumbrarte a la ausencia y al silencio y a ese sentir de estar incompleto y al mismo tiempo sentirte bien contigo mismo.
Se pasan por muchas etapas, primero se vive el shock, luego la negación, después el anhelo y a lo lejos, al fondo del túnel están la aceptación y la normalidad. He observado que se puede progresar y se puede retroceder en estas etapas como también se da el quedarse entre dos o más de ellas por un buen tiempo.
A pesar de todas estas fases que pasamos en nuestro despecho, no hay instrucciones ni pasos a seguir para cerrar un capitulo en tu vida. Siempre queda la duda de si se debe o no pasar la página. ¿Debo cerrar este libro y empezar otro o debo volver a leer el capítulo o capítulos anteriores?
En una relación de pareja hay muchos momentos que te hacen amar esa historia que se va escribiendo día a día y te llevan a continuarla por tiempo indefinido. En algunos casos pasan 10 años y ni te diste cuenta de lo bien que la pasabas y del nivel de integración que tenías con la persona.
Hay otras historias donde cada página vivida es pesada, difícil de terminar, se puede quedar a medias, sin un final feliz o con un final terrorífico ¿En estos casos que se hace? ¿De dónde se sacan las fuerzas para ponerle uno mismo un final a algo que se comenzó entre dos?
No tengo la respuesta para ninguna de estas preguntas, lo que sé es que en vez de preocuparte por saber si pasar la página o no, mejor enfócate en analizar las cosas que viviste, lo que pudiste aprender, lo que fue nuevo y único en ese capítulo.
Trata de no concentrarte en los errores de la otra persona porque este ejercicio es para ti, para encontrar tu bienestar propio ya que la otra persona no está más.
Revisando y repasando te darás cuenta de tus fallas y empezarás a admitirlas, las veces que metiste la pata, las veces que heriste a la otra persona y no te diste cuenta, pero no te desanimes esto es necesario para que sepas las áreas en las que tienes que trabajar y mejorar.
Esto también te hará olvidarte por un tiempo de si pasar la página o no y en ese periodo el tiempo hará su labor reparadora para que comiences un capítulo fresco y nuevo en tu vida o para que tu historia continúe hasta el final feliz que tanto mereces.