Los sentimientos son una parte integral de quienes somos. Sin embargo nos pueden llevar a tomar decisiones erradas cuando no los filtramos a la luz de la Palabra de Dios. Un ejemplo de esto es cuando nos hieren, nuestros sentimientos pueden hacer que el dolor o la impotencia nos encierre en una cárcel de falta de perdón.
Dios no desea que vivamos prisioneros de nuestras emociones por eso nos motiva a trabajar con nuestros sentimientos y no permitir que ellos dirijan nuestras vidas.
La Palabra de Dios dice en 2 Timoteo 1:7-9 que Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio. Nosotros no podemos controlar la manera en que las personas nos tratan, o nos miran. Pero sí podemos dominar nuestras respuestas hacia el trato de los demás.
Es imposible esperar no ser ofendidos en esta vida. Las heridas estan a la vuelta de la esquina. Un comentario negativo sobre tu figura, la forma en que haces tu trabajo, la manera en que crias a tus hijos. En definitiva las personas te van a ofender.
Es posible que aun las personas más cercanas a ti te causen el mayor daño. Incluso heridas del pasado que pensamos haber perdonado vuelven a la superfecie cuando recibimos una nueva ofensa. El sentimiento de hostilidad, impotencia, enojo, o cuenta por saldar aflora rápidamente. Ante esos sentimientos el mundo te dice: «Cóbrate».
«Ojo por ojo, diente por diente»; «El que ríe al último, ríe mejor». Estos y otros refranes parecidos fomentan sentimientos de mal y no de bien. Sentimientos que fomentan deseos de venganza, y destrucción.
Si estos sentimientos llegan a ser muy pesados incluso pueden afectar nuestra salud física y mental.
El doctor Don Colbert, médico familiar y autor del libro Emociones que matan, explica que la hostilidad, la ira y el enojo están en las primeras listas de emociones tóxicas que generan reacciones extremas de estrés.
Estas personas liberan más adrenalina y norepinefrina en su sangre que las personas no hostiles. En términos generales estas hormonas elevan la presión sanguinea haciendo que se contraigan los vasos sanguineos y aumente el ritmo cardiaco.
Debes guardar tus sentimientos. Dejarle la venganza a Dios, quien es juez justo y misericordioso. Hay varios versículos bíblicos nos hablan de un Dios que recompensa y paga, este es uno de ellos:
En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo. Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
Isaias 61:7-8 (RVR1960)
Permite que Dios haga justicia y evita los sentimientos negativos. Es imposible tener el corazón envenenado y evitar que estos contaminen toda tu vida y relaciones. Por tu propio bien, entrégale a Dios las ofensas. Él dará vida a tu vida.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
¿Cómo evangelizar a alguien de tu familia? ¿Es un desafío o es más fácil de…
Si quieres que tu iglesia abrace el evangelismo, primero debes vivirlo personalmente. Conoce 5 ideas…
Leer la Biblia nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a conocer a Dios y encontrar…
El evangelismo es una parte clave de la vida cristiana; pero a menudo se malinterpreta,…
La Biblia nos describe muchas maneras de evangelizar y las razones por las cuales debe…
El evangelismo es una de las misiones más fundamentales de la iglesia cristiana y de…