“La nostalgia compensa algunos estados incómodos, por ejemplo, para gente que cree que su vida ya no tiene sentido o siente discontinuidad entre el pasado y el presente”, dijo Tim Wildschut al diario The Guardian en 2014. “Lo que encontramos en estos casos es que la nostalgia, espontáneamente, ingresa y contrarresta estas cosas. Eleva el significado de sus vidas y conecta mejor con su pasado. Es como una vitamina y un antídoto contra estos estados. Sirve para promover un equilibrio emocional, una homeóstasis”. (Diario La Voz, Córdoba, Argentina, 31 de diciembre de 2016).
No sé si la nostalgia aporte sentido a la vida. Sí creo que contribuye a crear un nexo valioso entre el pasado y el presente. Actúa como una terapia porque otorga un cierto grado de equilibrio emocional.
Nostalgia, en todo caso, es algo más amplio que recordar lugares, canciones o amores pasados. Todo el mundo puede recordar el pasado pero no sé si todos experimenten dolor. Hay ciertos caracteres que consideran que recordar es un ejercicio inútil o bien sólo un examen conducente a mejorar el desempeño actual.
Para nosotros, recordar es efectivamente nostalgia, como su etimología lo indica, un regreso al dolor. Es posible por cierto que el hecho recordado sea doloroso: un afecto perdido, la muerte de alguien querido, un fracaso descomunal.
Pero se nos ocurre que el recuerdo de algunas cosas causa dolor porque fueron bellas, dulces, plenas. Son inolvidables porque fueron hermosas. Su distancia con el presente, su ausencia es lo que duele.
No rescatamos sentido en la nostalgia; lo fortalece, más bien. Lo bello – y tristemente lejano – de esas memorias es que nos recuerdan lo que es estar vivo, lo que es sentir, lo que es ser humano y lo que abarca. Alguien alguna vez escribió que la sabiduría tiene una relación bastante próxima con el dolor; es difícil encontrar ciencia en la jarana o profundidad en la fiesta. Es notable también que la nostalgia esté mas cerca de poetas y filósofos que de administradores y científicos.
Claro, hay otros conocimientos que producen conductores de naciones y empresarios poderosos, pero de ese saber no se trata en este blog…