Nic Brown, de 38 años, del condado de Tuscarawas, Estados Unidos, estuvo a punto de morir de COVID-19. Pero gracias a su fe en Dios y a la oración, se recuperó.
Brown tiene un historial médico que incluye episodios de asma y arritmia cardíaca. Se sospechaba que tenía neumonía, y pese a que recibió tratamiento, se desmayó. De inmediato fue llevado al Hospital Cleveland Clinic Union en Dover, Ohio, en donde le informaron que tenía la COVID-19.
Y lejos de recuperarse, con el paso de los días empeoró. ≪Realmente no entiendes la vulnerabilidad del cuerpo humano hasta que te enfrentas a algo como esto≫, cuenta Brown, quien es padre de dos hijas. Recibió un respirador y soporte vital, pero los doctores no tenían esperanza de que se recuperara. Incluso llegó un punto en donde los médicos consideraron la eutanasia:
Hubo un momento durante este proceso en el que el hospital contactó a mi esposa y tuvo que discutir sobre las opciones de poner fin a mi vida.
Los médicos y enfermeras comenzaron a escribir objetivos en la puerta de vidrio. Le dejaban mensajes especiales que le alentaban a no rendirse. Brown contó que en una ocasión escribieron: ≪Te llevaremos a casa≫.
Los días posteriores, Brown empezó a mostrar signos de mejoría. Cuando estuvo lo suficientemente fuerte para irse, le dieron de alta. Antes de volver a su casa, pidió que una de las enfermeras escriba un mensaje a su cuenta en el vidrio de la puerta.
El mensaje dice:
Esta ventana ha sido la ventana más impactante de mi vida. En los días en que los vi trabajar duro para mantenernos vivos a mí y a los demás, no pude agradecerles por el tiempo que invirtieron en mí y aunque probablemente nunca tendré la oportunidad para verter ese mismo amor y apoyo en ustedes, quiero que sepan que creo que todos ustedes son estrellas de rock.
Vi a algunos de ustedes tener buenas noches y algunas malas noches, pero lo que fue constante todas las noches fue que se preocupan por las personas.
Hoy dejo esta UCI como una persona cambiada, con suerte para mejor, no solo por su curación médica y la dirección y orientación de Dios, sino por el hecho de saber que hay personas tan maravillosas dedicadas al cuidado y la preocupación de los demás. Dios los bendiga cada uno de ustedes.
Brown salió de alta el 27 de marzo, tras haber pasado casi dos semanas en el hospital. En declaraciones a la prensa, aseguró que siente que tiene una segunda oportunidad en la vida, y fue por esos cuidadores:
No sé si alguna vez he visto personas tan desinteresadas en mi vida. […] Realmente vi el amor de Dios a través de estas personas.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.