En la antigüedad se hacían muchas ceremonias que seguían un protocolo específico para adorar a Dios. Con el paso del tiempo, esas prácticas fueron cambiadas con la llegada de Jesús; y en la actualidad, Dios nos otorgó libertad para poder adorarlo conforme a lo que sale de nuestro corazón. Sin embargo, aún existe la inquietud de saber cuál es la manera correcta con la cual podemos adorar a Dios.
En esta ocasión, Danilo Montero nos ayuda a encontrar la respuesta a esa pregunta y nos aconseja a practicar lo que dice Juan capítulo 4.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.