Limites desde otra perspectiva

Limites desde otra perspectiva

¿Cuándo fue la última vez que te pusiste un límite?
¿Cuándo fue la última vez que dejaste que alguien de confianza te ponga un límite?
No me mal intérpretes, no hablo de capacidad, hablo de carácter.

Los niños necesitan que sus padres le establezcan límites para sentirse seguros y protegidos. Cuando hacemos lo que queremos y cuando queremos nuestra integridad entra en una línea de riesgo.
Todos tenemos una naturaleza rebelde, por alguna razón siempre vamos a querer hacer lo contrario a lo que nos digan, alegando que sabemos que es lo que hacemos, pero a menos que hayas nacido sabiendo, casi siempre esto termina mal.
Puede que como a mí, algunas veces esos límites no te agraden, pero sin ellos los golpes duelen más porque a todo esto se le suma la culpa de saber que ya estábamos advertidos del asunto. Si no dejamos que alguien de confianza (y con mayor autoridad espiritual) nos vaya demarcando algunas cosas para corregir acerca de, por ejemplo, nuestro carácter, puede que no nos vaya del todo mal, pero en el camino vamos a dejar a muchas personas heridas y oportunidades perdidas.
¿Sabías que la mayoría de los grandes escándalos morales de quienes mirábamos como referentes se debe a la falta de rendición de cuentas? Cuando tenemos cerca a alguien a quien podemos abrir nuestro corazón y expresarles nuestras debilidades, algunos de los límites que nos pondrán son para bien.
“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado” Proverbio africano

Determinarnos, poner fechas a ciertos proyectos o realización de actividades es también poner límites para no estar girando sobre el “algún día lo haré” y eso habla del carácter.
Saber decir que “no”, es dar prioridad a lo que realmente vale: invertir tu tiempo en cumplir tu propósito.

Desde el aspecto en el que te puedas sentir identificado leyendo esto, los límites son necesarios para crecer, por incomodos que sean algunas veces y aunque al principio generen una sensación de malestar porque “eres un alma libre”, Dios los puso ahí por una razón: forjar en nosotros el carácter para hacernos a semejanza de Jesús.

La relación entre tu propósito de vida y los límites son necesarias para no desviarte y son los que te ayudarán a determinarte a llegar a lugar donde siempre soñaste estar.

 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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