Limpieza Profunda…

Limpieza Profunda…

Así como limpiamos profundamente los baños y la cocina, los pisos y las ventanas en nuestros hogares, debemos tomarnos el tiempo para limpiar nuestras mentes y nuestros corazones.

¿Cómo los limpiamos? Primero, pidiendo a Dios que nos revise y nos indique qué estamos guardando allí que le moleste o le incomode a Él. Porque si le incomoda a Él es porque no es bueno para nosotros. Segundo, perdonando de corazón a quienes nos hayan hecho daño. Es bueno decirlo y que nos escuchemos, y si lo podemos decir directamente a la persona o personas, es mejor aún, pero si no es posible, tenemos que decirlo con toda honestidad y escucharnos, para que cuando volvamos a pensar en algo de lo que nos hicieron y nos hirió, podamos “barrerlo hacia afuera” con el ¡“ya lo perdoné”! Y tercero, pensando en las cosas agradables que nos han hecho; también ayuda pensar en las bondades de las que disfrutamos, como: poder caminar, oler, mirar, respirar, escuchar, sentir, tener agua corriente en nuestra casa, un techo sobre nuestras cabezas y alimento cuando tenemos hambre. Hay mucho más por lo cual dar gracias que por exigir, demandar o pedir.

Limpiemos nuestro corazón y nuestra mente de rencores y también de pensamientos negativos que puedan llegar a convertirse en juzgar o presuponer por cosas que vemos o que nos dicen. Eso envenena nuestra alma también. Solo hay uno que todo lo sabe y que puede ver dentro de nuestras mentes, solo uno que conoce nuestras intenciones y nuestros más profundos deseos. Pongámonos en Sus manos y permitamos que Su Espíritu Santo habite en nosotros manteniendo ese lugar, nuestra alma, profundamente limpia.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

CVCLAVOZ

Facebook
Twitter
Email
LinkedIn
WhatsApp

Copa de sufrimiento

No temas cuando pases por situaciones de sufrimiento, más bien aférrate a Dios para que seas fortalecido.

Buscando ser prestigiosos

No es malo tener aspiraciones y lograr prestigio, pero que eso no nos haga sentir superiores y tratar despectivamente a otros, permanezcamos humildes.

¿Cómo regresar a Dios?

¿Cómo regresar a Dios? te compartimos tres puntos claves para volver a Él y no importa que tan lejos estés.

Tiempo de lectura:

< 1 minute

Autor

Comentarios

Topic

Likes

0

Deja un comentario