Martín Lutero fue un amante lector de la Biblia. Su pasión por la lectura le inspiró a redactar muchos escritos que posteriormente sirvieron de inspiración y ayuda para muchos. En sus publicaciones compartió su pasión y amor por Dios, pero también transmitió consejos útiles para la vida diaria.
Gracias a sus escritos, hoy podemos tener referencia de qué pensaba y qué aprendió de su lectura de la Biblia.
Frases de Martín Lutero
Ser cristiano sin orar no es más posible que vivir sin respirar.
No solo eres responsable de lo que dices, sino también de lo que no dices.
La razón humana es como subir un hombre borracho a un caballo; lo subes por un lado, y se cae por el otro.
Aunque el fin del mundo sea mañana, hoy plantaré manzanos en mi huerto.
Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se le hace rodar, más grande se vuelve.
No hay una relación, comunión o compañía más amorosa, encantadora y amistosa, que un buen matrimonio.
Doy gracias a Dios por mis opositores, pues ellos me han inclinado a buscar más ardientemente a Cristo en las Escrituras.
Yo predico como si Cristo fuese crucificado ayer, resucitó hoy y fuese a volver mañana.
Nuestro trabajo es llevar el evangelio a los oídos, y Dios lo llevará de los oídos a los corazones.
La música es el arte de los profetas y el regalo de Dios.
Si ustedes jóvenes fueran prudentes, el diablo no podría hacerles nada a ustedes, pero ya que no son sabios, necesitan de nosotros los viejos.
Le temo más a lo que está dentro de mí que lo que viene de fuera.
Paz, si es posible; la verdad, a cualquier costo.
La justicia es una cosa temporal que debe al final terminar; pero la conciencia es eternal y nunca morirá.
He tenido muchas cosas en mis manos, y las he perdido todas; pero todo lo que he puesto en las manos de Dios, aún las poseo.
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