Las ideas sigue al pensamiento y prueba de ello es: muchas cosas alguna vez fueron ideas y hoy en día son hechos o creaciones que hacen parte de nuestro diario vivir. Por ejemplo: la radio, el televisor, la computadora, los celulares, por solo citar algunos.
Todas esas materializaciones son el resultado de ideas enfocadas, de mentes que se disciplinaron en conseguir un objetivo.
No se trata de no reconocer los inconvenientes. De hecho, muchas de las materializaciones mencionadas fueron el resultado de buscar una solución a un inconveniente. Se trata de aportar algo para mejorar las cosas. Si me enfoco en la parte negativa, genero desmotivación y tristeza en mi y en los demás, lo cual no suele llevar a caminos que ofrezcan salidas.
Los avances son el resultado de enfocarse de manera positiva en un objetivo.
Como Cristiano debes fomentar en tu vida grupos de personas que te rodean la idea de buscar dentro de lo posible, siempre lo positivo. La crítica no constructiva, la “quejadera”, las posturas de víctima, no ayudan mucho. Al contrario, encierran las situaciones en un círculo vicioso de dolor y estancamiento.
Nada más motivador que el ejemplo. En el rol de liderazgo, tú debes manejar una actitud positiva, alegre, dinámica, encausada a la consecución de objetivos.
Busca en ti palabras que siempre edifiquen. Usa la biblia como guía en tu hablar y pensar. Una palabra tiene el poder de construir o destruir. Y así como tu tiene en tu vida momentos en que la carga es muy pesada, recuerda: “a los demás les puede pasar también”. Tu no quisieras que te avasallaran con gestos y palabras arrasadoras y quizás sí valorarías mucho una ayuda constructiva para tu poder ser una mejor persona.
Las personas sabias aportar vida. Recordemos el ejemplo máximo de liderazgo y ejemplo, Jesús, El siempre construía con sus palabras y acciones, sigamos su vida y viviremos…