El amor de una madre proporciona una base emocional que permanece en el niño toda su vida. Ella lleva a ese ser dentro de su cuerpo y lo siente formándose en su vientre cada día que va pasando hasta que sale al mundo. Hay una conexión hermosa que promueve un gran amor. En la Biblia podemos por esto encontrar razones para honrar a la mamá.
Es por lo general la mamá quien se encarga de educar y enseñarles a ir al baño, lavar sus dientes, ordenar sus cuartos y sus juguetes. Es parte de la estructura necesaria para una buena educación y seguridad, para lograr su estabilidad emocional y física.
Es esa madre la que alimenta de su propio pecho, muchas veces con dolor al hacerlo. Ya de hecho trajo al mundo a la criatura con dolor, si fue parto natural e incluso con cesárea, por los dolores de la herida. Es a esa mamá que se refiere la Biblia sobre honrar. Honrarla es respetarla, obedecerla y considerarla.
Por último, conocemos que una madre es capaz de quitarse el pan de la boca para darlo a su hijo y muchas han muerto de dolor si han perdido a un bebé o a un hijo muy pequeño. Es precioso el amor de las madres. En la Biblia, Dios nos habla de la importancia de honrar a la mamá.
El mandamiento de honrar a nuestros padres es primordial en el evangelio y nuestra relación con Dios nuestro Padre. Podemos decir que encierra el respeto y obediencia que debemos a Dios por ser Sus hijos. Ese mandamiento se refiere al núcleo familiar que viene siendo modelo del núcleo celestial.
«Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.»
Éxodo 20:12 (NTV)
Vemos en la Biblia que Dios se manifiesta, en algunas porciones, como mamá, honrando su valor al hablar de enseñar a caminar de lazos de amor y ternura para alimentar a sus hijos. Podemos leerlo en la siguiente porción de Escritura aunque se refiere al pueblo de Israel.
«Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó.Guie a Israel con mis cuerdas de ternura y de amor. Quité el yugo de su cuello y yo mismo me incliné para alimentarlo.»
Oseas 11:3-4 (NTV)
Durante Su ministerio en la Tierra, Jesús recalcó la importancia de ese mandamiento de honrar a padre y madre. Hizo referencia a Levítico 20:9, donde Dios dijo que quien maldijera o deshonrara su padre y madre, debía sufrir pena de muerte. Fue una manera de hacer hincapié en la importancia de honrar a nuestra madre.
«—¿Por qué me llamas bueno? —le preguntó Jesús—. Solo Dios es verdaderamente bueno; pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas adulterio; no cometas asesinato; no robes; no des falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre”.»
Lucas 18:19-20 (NTV)
Honrar a nuestros padres está debidamente entendido como ser obedientes, respetuosos, amorosos y seguir su ejemplo y consejos. Y es parte de lo que Pablo recalcó como todo lo justo para agradar al Señor. En la Biblia leemos que agradar a Dios es importante para honrar a la mamá.
«Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque eso agrada al Señor.»
Colosenses 3:20 (NTV)
Hay muchos pasajes bíblicos que nos hablan de consecuencias aterradoras a quienes no honren a sus padres. Y es que Dios aprecia y valora las relaciones. Él desea una relación con nosotros, y la forma en que tratamos a nuestros padres dice mucho sobre nuestro trato para con Dios.
«El ojo que se burla de su padre y desprecia las instrucciones de su madre será arrancado por los cuervos del valle y devorado por los buitres.»
Proverbios 30:17 (NTV)
La honra que debemos tener por nuestra madre, ese respeto, consideración y amor nos enseña a respetar la autoridad. El respeto por nuestros padres se reflejará en el respeto que tengamos por cualquier otro tipo de autoridad. Y brindar nuestra ayuda cuando están desvalidas es mostrar el amor de Cristo.
«Aquellos que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la fe verdadera y son peores que los incrédulos.»
1 Timoteo 5:8 (NTV)
La relación con nuestra mamá cambia a medida que crecemos. Descubrimos que tenemos el privilegio de cuidarlos y darles el amor que nos dieron cuando fuimos niños. La Biblia dice que nunca debemos dejar de honrar a nuestra mamá, a nuestros padres.
Sin embargo, ha habido muchas madres que no han tratado bien a sus hijos. Hay algunas que han priorizado tener un hombre al lado o un trabajo, que reconocer que están dañando a sus hijos. Hemos sabido de madres con comportamientos poco saludables que han puesto en peligro a sus hijos. La Biblia hace referencia a ellas también.
«Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.»
Efesios 6:4 (NTV)
Si ese ha sido tu caso, no dejes de buscar ayuda psicológica. Segundo, ora por tu madre y pide a Dios que te ayude a seguirla honrando. Busca las cualidades que sí tiene para hablar de ellas en lugar de hablar de lo negativo. Por último, demuéstrale el amor de Cristo y rompe con ese ciclo siendo tú mejor madre o padre para tus hijos.
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