Pero cuando crees una mentira demasiado tiempo la verdad no te libera. Te destroza.
(Takeshi Kovacs, Altered Carbon, Netflix)

No. No es que Takeshi Kovacs, personaje de la serie citada de Netflix, se haya convertido en mi gurú personal. Es nada más que acabo de ver la serie y he hallado, entre muchas otras, un par de ideas que me parecen dignas de atención. Aunque alguien me dijo una vez que uno tiende a subrayar en libros, canciones y películas lo que uno ya cree más que aquello que es una revelación.
Esta frase me atrapó por varias razones. Hemos creído cosas – muchas veces – que no nos fueron impartidas necesariamente como mentiras; el enseñador las creía verdad auténtica y así nos parecieron a nosotros. Pero con el tiempo nos dimos cuenta que eran inexactas, que representaban la realidad de una manera equívoca. El tiempo, un conocimiento más preciso de la vida y de la Biblia las probaron erróneas.
En algunos casos – no pocos – el descubrimiento de esa verdad nos destrozó no necesariamente porque fuera ésa su intención sino porque la vida no era así. Y nos causó heridas que luego nosotros causamos a otros porque mientras la creímos se las impartimos y les debe haber dolido lo mismo cuando se dieron cuenta.
De todos modos, complementaría la idea de Kovacs diciendo que efectivamente la verdad verdadera nos destrozó pero igualmente nos liberó; no seguimos creyéndola y eso nos hizo bien. En este caso, la luz, por mucho que te duela, a la postre te hace bien. Como sea, el resultado final es libertad.
Me parece que en la declaración de Jesús, Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres el aspecto del dolor está incluido. A Él al menos, la verdad le costó la vida. En prácticamente todos los ámbitos de la vida la gente está asimilada, uniformada, mediatizada. Y los que intentan desafiar el sistema son vistos como rebeldes, antisociales, traidores, enfermos, locos. En este sentido, la libertad que trae consigo la verdad nunca es gratuita.

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