“Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana tendrá su afán. Basta a cada día su propio mal” Mateo 26:34

Hay decisiones que tomamos en el pasado que posiblemente estén perjudicando nuestro presente por sus repercusiones, pero son simplemente las consecuencias que con la ayuda de Dios tenemos que vencer. Pero, ¿Qué pasa cuando las situaciones que vivimos en el pasado están destruyendo nuestro presente?

Si hasta el día de hoy en vez de olvidar el pasado, vives recordándolo todo el tiempo y esos pensamientos lo único que han hecho es afectar tu vida en el presente, quiero decirte que no puedes pasarte la vida llorando y culpándote de tus decisiones, la voluntad de Dios no es que te martirices por no haber hecho lo correcto en el momento apropiado.

No eres el único que ha tomado malas decisiones, yo también lo hice  y podemos ver muchos personajes en la Biblia que tuvieron que sufrir las consecuencias de sus errores.

Entre ellos a un David que después de ser un adúltero y asesino, también tuvo que pasar por el proceso de Dios en su vida y olvidar su pasado para luego llegar a ser un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22).

Un Pablo, anteriormente llamado Saulo de Tarso, que perseguía a los cristianos para matarlos y después de tener un encuentro genuino con Jesús su vida no volvió a ser la misma, a tal punto de que hoy en día es un verdadero ejemplo para nosotros y podemos leer algunas de las cartas que escribió y que  se encuentran en las Sagradas Escrituras. (Efesios 4:1).

Si fallaste, es momento de levantarte, no hay pecado que Dios no pueda perdonarte, nosotros los humanos categorizamos el pecado pensando que una mentirita no es un pecado muy grave, por otro lado creemos que cometer un asalto o alguna agresión física son pecados demasiado graves y que son difíciles de perdonar.

No sé cuántos errores cometiste en tu pasado y tal vez  hay una infinidad de pensamientos que a lo mejor están atacándote para no permitirte ser feliz en el presente, pero en medio de toda situación que te desanime tienes que tener la firme convicción de que Dios está contigo y si Él está contigo, ¿Quién contra ti?, además Él ya pagó la deuda por ti y si Dios está en tu vida eres libre, recuerda que donde está el Espíritu de Dios ahí hay libertad.

Es necesario que mantengas tu comunión con Dios para que sientas su protección de los malos pensamientos, no olvides que Dios ya te perdonó y te hizo una nueva criatura, es hora de tomar para ti esas palabras y vivirlas, no importa lo que te sucedió en el pasado. ¡Eres libre!

No temas soltar y alejarte de aquello con lo que Dios ya ha terminado ¡Él tiene cosas nuevas y maravillosas para ti!

Por Ruth Mamani

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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