Muchos creen que el ser cristiano es una vida llevadera y fácil de emprender, pero no se dan cuenta de es un recorrido lleno de renuncias. Es estar en el lugar correcto y no donde nos conviene a nosotros.

El lugar correcto de todo creyente es aquel en el que Dios nos ha puesto para servir en obediencia. Cuesta entender que hemos sido llamados para ser siervos como Cristo, Él se negó por completo y le dijo a Dios: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.  (Lucas 22:42 RVR1960)

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.  Filipenses 2:5-8 (RVR1960)

¿Qué implica estar en el lugar correcto?

Tenemos que aprender a aceptar el lugar que Dios eligió para nosotros, con el fin de que Él pueda cumplir su voluntad en nuestras vidas.

El lugar correcto implica  estar sujetos en obediencia, cumpliendo  lo que Dios manda en su palabra. Muchas veces vamos a tener que  hacer lo que no queremos, pero sí  lo que Él quiere que hagamos aunque no nos guste.

Debemos aprender a depender de Dios  en los momentos más críticos de nuestra vida. Cuando estamos en el lugar correcto, podemos hacer todo en obediencia sin rehusarnos a  nada, haciendo las cosas por amor a su nombre y ÉL promete bendecirnos.

Muchas  veces, tenemos un llamado de Dios pero preferimos estar en el lugar que nos conviene. “Jehová, habló a Jonás diciendo: «Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad y pregona contra ella; porque su maldad había subido delante de Él.»” Jonás 1:2 (RVR1960) Jonás prefirió buscar su seguridad y lo que le convenía en ese momento, desobedeciendo así a la voz del Padre.

Cuando estamos en el lugar que nos conviene  nos cuesta obedecer a Dios, hacemos lo que creemos que está bien y no cumplimos con lo que Él manda en su Palabra. No confiamos en el Señor y creemos que podemos solucionar cada situación a nuestro modo, también nos cuesta dedicar nuestro tiempo por amor a Él.

Al buscar lo que nos conviene, estamos desobedeciendo, perdiendo así la protección y bendición de Dios. ¿Estás en el lugar correcto o donde te conviene?

“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” Génesis 22:18  (RVR1960)

Por Miguel Ángel Veizaga.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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