“En primer lugar, recomiendo orar por todo el mundo, dando gracias a Dios por todos y pidiéndole que les muestre su bondad y los ayude. Recomiendo que se ore por los gobernantes y por todas las autoridades, para que podamos vivir en paz y tranquilos, obedeciendo a Dios y llevándonos bien con los demás. Esta clase de oración es buena y le agrada a Dios, nuestro Salvador; pues él quiere que todos se salven y sepan que: Sólo hay un Dios, y sólo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: Jesucristo, el hombre.” 1 Timoteo 2: 1:5 (TLA)

¿Cuántas veces hemos criticado a nuestros gobernantes y autoridades por la situación actual de nuestro país? Seguramente varias, hasta yo lo hice. Pero, ¿alguna vez hemos hecho algo para ayudar a mejorar? ¿Qué responsabilidad tenemos como creyentes?

La Palabra de Dios nos invita a orar por la ciudad y el país en el que vivimos. “Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.” Jeremías 29:7 (RVR1960) No olvidemos que la oración tiene mucho poder y es lo mejor que podemos hacer.

Más allá de las malas decisiones de nuestros gobernantes, debemos recordar que muchos de ellos no conocen a Dios y alejados de Él nada se puede hacer bien. El llamado de nuestro Creador es, ser luz en medio de la oscuridad, clamar por las autoridades y predicar el evangelio de Jesucristo.

No podemos quedarnos quietos viendo los terribles sucesos de nuestro país, la Biblia dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14 (RVR1960) Nosotros somos el pueblo de Dios y debemos clamar por nuestra nación.

Que a partir de hoy las autoridades de tu país y tus compatriotas sean un motivo de clamor a Dios, porque sólo Él puede cambiar las vidas y la situación de un país.

Oremos:

“Padre que estás en los cielos, te pido perdón por mi país y ciudad. Perdona las malas decisiones y actitudes que hay en mis autoridades. Bendice a todos los gobernantes y dales de tu sabiduría para que gobiernen de manera correcta. Ten misericordia de nosotros y que se haga tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.”

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario