“No hay árbol bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto: no se cosechan higos de los espinos, ni se recogen uvas de las zarzas. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.” Lucas 6: 43-45 (DHH)

¿Cuántas veces no hemos dañado y alejado personas de nuestro lado por nuestro mal carácter?  Generalmente la amargura, el enojo, los gritos, los insultos, la indiferencia, la ignorancia y toda clase de malicia son algunas de las actitudes que terminan alejándonos de las personas que más amamos.

Si estudiamos con detenimiento los versículos que hemos leído, entenderemos que hay dos tipos de persona, el hombre bueno y el hombre malo. Ambos con características diferentes, la persona buena sabe controlar su actitud y tiene un corazón saludable. La persona mala, actúa mal porque en su corazón aún hay maldad y es exactamente lo que refleja en su entorno.

¿Qué tipo de persona somos? La Biblia nos dice que todos los que pertenecemos a Cristo nos hemos convertido en personas buenas, que la manera antigua de vivir ha pasado y que nuestra actitud debe ser diferente. (2 corintios 5:17)

Si nuestra actitud  aún refleja todo lo que está mencionado en Efesios 4:31 es hora de librarnos de toda esa clase de mala conducta y analizar cómo está nuestra comunión con Dios, porque siempre actuamos de manera mala cuando descuidamos nuestra relación con el Señor.

La palabra de Dios señala que la única manera de mantener controlado nuestro carácter es por medio del gobierno del Espíritu Santo en nuestra mente y corazón. “Quédense despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.” Mateo 26:41 (PDT)

Esto no se trata de simplemente repetirnos a nosotros mismo: “voy cambiar mi actitud” Sólo podemos cambiar por medio del poder de Dios y su fuerza en nuestro interior. (Filipenses 4:13)

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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