La Biblia dice que cuando el ejército del pueblo de Israel se vio amenazado por Goliat, perdió el ánimo y todos se llenaron de miedo. Por si fuera poco, este hombre salía a provocar a los israelitas todos los días, por la mañana y por la tarde, durante cuarenta días.

Todo parecía estar perdido porque nadie del ejército de Israel se atrevía a enfrentarlo, todos le tenían miedo por su tamaño y la apariencia que tenía. Hasta que un hombre diferente y seguro de sí mismo, dijo:  

“¿Qué darán al hombre que mate a este filisteo y borre esta ofensa de Israel? Porque, ¿quién es este filisteo pagano para desafiar así al ejército del Dios viviente?” 1 Samuel 17:26. (DHH)

Este hombre se llamaba David, quizás a la vista de todos era una persona insignificante y sin preparación en armas de combate. Sin embargo, no necesitó de ningún armamento o protección militar.

Le bastó su confianza en Dios y la seguridad que tenía. “El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de las manos de este filisteo.” 1 Samuel 17:37. (DHH) Como resultado, derribó al gigante y le dio la victoria al pueblo de Israel.

Al igual que David, debemos confiar en Dios y estar seguros de que Él está con nosotros porque el Señor al que servimos es más grande y poderoso que cualquier problema.

Por lo tanto, no te dejes intimidar por los problemas que tienes, por muy grandes o fuertes que sean las adversidades, no tengas miedo. Así como David, debes tener fe en Dios, confiar en la capacidad que el Señor te dio para enfrentar los problemas y creer que Él te dará una salida.

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Romanos 8:37.

Dios te guiará para derribar al enemigo que amenaza tu vida, confía y ten fe.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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