¿Alguna vez has pensado que la tristeza podría ser beneficiosa para tu vida? Puede que ahora creas que tu angustia es como una pesadilla de la cual quieres despertar; sin embargo, este sentimiento negativo puede ayudarte en muchos aspectos. Puede que los problemas que te agobian y las razones que te llevan a estar triste y decaído, tengan justificación y motivo. No obstante, el estado en el que te encuentras ahora puede ayudarte a tener una mejor perspectiva de lo que haces bien y mal.
En lugar de dejar que la tristeza te consuma y te llene de pensamientos negativos, comienza a hacer una lista de lo que puedes aprender de tus errores. Entiende que si no detienes la tristeza a tiempo, ésta puede convertirse en algo más serio y llevarte hasta la depresión. La tristeza es un sentimiento pasajero que nos ayuda a ponerle un alto a nuestra vida y a evaluar nuestras decisiones, pero si nos dejamos llevar por el momento, podríamos agravar el problema en vez de solucionarlo.
En este momento hay millones de personas en el mundo que tienen iguales o peores problemas que tú, pero al igual que ellos, tú tienes la decisión en tus manos. Puedes hacer que la tristeza sea una etapa pasajera que te sirva como un peldaño para seguir escalando; o puedes dejar que ésta te destruya. Una manera de combatirla es poner en práctica lo que dice Salmos 42:11 (NTV), “¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!”
Parece irónico que en la tristeza, el escritor de ese Salmo quiera alabar a Dios. Después de todo, ¿quién puede hacerlo cuando no tenemos ánimo para nada y todo lo que vemos es la tristeza? Pero lo que hace el salmista es demostrar que incluso cuando nos sentimos angustiados, el simple hecho de hacer algo para superar ese estado es un paso de fe. Uno que nos lleva cerca a Dios y nos ayuda a poner nuestra esperanza en Dios. Cuando aceptamos el consuelo de Dios, no habrá tristeza, situación ni problema que nos aleje de su amor.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.