En el Siglo Segundo, Celso, un gran enemigo de los cristianos, distorsionando una de las expresiones de nuestro Señor, escribió: “Jesucristo vino a este mundo a crear la más horrible y asquerosa sociedad; porque llama a los pecadores y no a los justos, por lo tanto el grupo que vino a formar, es un grupo de libertinos, separados de la piedad de los dioses. Es monstruoso pensar que rechazó a los buenos, y llamó a los malos”

Orígenes, en una réplica respondió: “Verdad, nuestro Jesús llamó a todos los pecadores, pero a arrepentimiento. Juntó a los malos, pero para convertirlos en nuevas criaturas. Fuimos a Él fanáticos, y nos hizo liberales, lascivos, y nos hizo castos, violentos y Él nos hizo pacíficos, impíos y nos hizo santos”

Jesús siempre recibió a aquellas personas que necesitaban un cambio. En los Evangelios hay muchos relatos del Maestro compartiendo con pecadores y personas que no tenían una buena reputación; por ejemplo, cuando Zaqueo lo invitó a comer a su casa o cuando la mujer pecadora le unge los pies o cuando le llevan a la mujer sorprendida en adulterio. No importaba cuál era su situación, Jesús no los juzgaba ni se alejaba, les mostraba su compasión, su amor y los perdonaba.

En 1 Corintios 1:28 dice: “Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante”. (NTV)

No importa cuál es tu situación, ni qué pecado has cometido, Dios puede perdonarte y hacer de ti una nueva criatura. No te guíes por lo que la gente dice de ti, el Señor puede transformar tu vida y hacer contigo grandes cosas, sólo debes permitir que Él obre en tu vida.

Si conoces personas que no tienen una “buena vida”, no las juzgues ni te alejes, todos merecen una oportunidad y Dios es el Señor de lo imposible, Él puede transformar las vidas y hacer grandes cosas. Ni tu ni yo podemos juzgarlos, no fuimos llamados a eso, no sabemos qué los condujo a vivir así,  pero Jesús vino a rescatar lo que se había perdido, murió por sus pecados también,  así que ¿Por qué no darles una oportunidad? No olvides que a nuestros ojos ellos pueden ser los peores seres humanos, pero en Dios pueden convertirse en los mejores. ¡Dios transforma todo!

 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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