Empezar un año nuevo es emocionante, ya que tenemos mucho ánimo para emprender nuevas metas, sueños, desafíos, etc. pero ¿qué garantía tenemos de efectuar y tener buenos resultados? Claro que la disciplina, la perseverancia y el esfuerzo son ingredientes indispensables para ello, sin embargo sólo hay algo antes que todo el empeño que podamos poner, esto es la presencia de Dios.

Si alcanzamos el éxito en nuestra empresa y Él no está presente, el espejismo podría derrumbarse ante cualquier desierto que pasemos, pero si Dios está primero seguro que ese éxito pasará de generación en generación pese a las dificultades. Lo propio ocurriría con nuestras familias o incluso en el ministerio que desarrollamos en nuestra iglesia.

Moisés estaba convencido que sin la presencia de Dios en su vida, era inútil que él intentara cualquier cosa, es por eso que dijo a Jehová: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” Éxodo 33:15

A solas con Dios obtendremos guía, fortaleza, sabiduría, inteligencia, sanidad, y muchas bendiciones más, por eso vale la pena que entre las nuevas metas que nos propongamos para este año esté presente y como prioridad tener tiempo a solas con Él, donde podamos expresar las luchas diarias, desafíos, tristezas y decisiones, además de recibir dirección, guía y fortaleza.

Asegúrate de poner a Dios en primer lugar para que tengas la garantía que las metas que trazaste, bajo la dirección del Señor, tengan cumplimiento con plena certeza.

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.  Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Proverbios 3:5-8

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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