Como jóvenes muchas veces no somos conscientes de los gastos que realizamos porque no tenemos muchas obligaciones pero si analizamos la forma en la que nuestros padres administran su economía nos damos cuenta que lo hacen con mucha sabiduría y con la ayuda de Dios porque no solo cumplen con los gastos de cada mes sino que también reservan un excedente con el que nos consienten.

José fue un hombre lleno del espíritu de Dios, el único que pudo interpretar el sueño del faraón, motivo por el cual quedó a cargo del palacio porque no había nadie más sabio e inteligente que él. La interpretación del sueño fue la siguiente: “Las siete vacas gordas y las siete espigas robustas representaban siete años de prosperidad, las siete vacas raquíticas y las siete espigas marchitadas representan siete años de hambre”. Para poder enfrentar el periodo de escasez, él tomó previsiones y durante los primeros siete años recogió todas las cosechas que crecieron en Egipto y guardó en las ciudades el grano de los campos aledaños y las acumuló en grandes cantidades. Después el hambre azotó a todas las regiones vecinas, pero en todo Egipto había alimento de sobra, incluso llegaba gente de todas partes para comprarle grano a José.” Génesis 41:25-27, 50-57 (NTV)

Si quieres ver cambios en tu economía, sigue el ejemplo de José, ahorra en tiempos de abundancia para poder disponer de esos recursos cuando se te presente algo imprevisto como: enfermedad, muerte, robo, accidente, etc., en vez de estar preocupado y considerando la opción de prestarte dinero de alguna persona o entidad financiera. Prevé todo, no dejes nada para el último momento.

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5

Empieza a llevar un registro de tus ingresos y egresos, gasta sólo en lo que necesitas, no en lo que deseas y se fiel con tus diezmos y ofrendas; verás como Dios recompensa tu obediencia y te permite ser un canal de bendición para otras personas.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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