“Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.” Mateo 26:41 (NVI)

Si quieres mantener una vida en comunión real con Dios, empieza por preocuparte del tiempo que pasas a solas con Él. No existe otra forma de ser fortalecidos para enfrentar y resistir a las asechanzas del enemigo. Nuestro espíritu tiene el deseo de crecer, pero no olvidemos que ante todo somos humanos y si hacemos actividades que alimenten a nuestra carne, seremos derrotados por el pecado. Recuerda que en una batalla, el más fuerte es quien gana. Hoy te pregunto: ¿Quién es más fuerte en ti, tu espíritu o tu carne?

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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