“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Romanos 8:1

Para mantener una llama de fuego sólo hace falta alimentarla con más combustible o algo que la mantenga encendida. Es similar lo que  ocurre con nuestra carne, con esos deseos pecaminosos que muchas veces nos dominan, si los vamos dotando de lo que los hace más fuertes dentro de nuestro ser sin duda caeremos una y otra vez en la trampa del pecado.

¿Cómo vencer los pecados que nos consumen y no nos dejan avanzar? Dice Romanos 8:6 “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” Muchas veces nos ocupamos más del  pecado en vez de nutrirnos de la Verdad para superarlos.

Leí que las personas que trabajan en los bancos, pasan buen tiempo contando dinero una y otra vez; una vez que pasan esa etapa, les introducen billetes  falsos y por estar en contacto con los verdaderos les es fácil reconocer de inmediato el dinero falso.

Si estás luchando con algún pecado, simplemente empieza a aumentar tu tiempo con Dios, ora a diario, no como una rutina más sino como algo especial. También la Palabra de Dios irá alimentando tu espíritu para que así tu interior sea transformado. Notarás que los malos deseos irán desvaneciéndose, el temor a Dios aumentará y tu santidad será más fuerte.

“porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” Romanos 8:13

¡Vence el mal con el bien!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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