Creo que a lo largo de la vida nos topamos con diversas circunstancias, en las que cometemos errores, y lamentablemente nos cuesta identificar e incluso reconocer la falta realizada.

“¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.” Salmos 19:12-13 (RVR1960).

En este Salmo el autor pide sabiamente a Dios que lo preserve de la soberbia, que tiene mucho que ver con no reconocer los propios errores.

A veces llevados por emociones o impulsos tomamos actitudes que no son correctas; es por ello que debemos estar en continua comunión con Dios, pues sólo con Su ayuda podremos ser íntegros y no caer en rebelión.

Acude a diario a los pies de Dios, examina tu vida y evalúa tu actuar, ¿realmente te estás esforzando por mejorar en las áreas que sabes que debes cambiar? ¿Estás agradando a Dios en cada área de tu vida?

No te desanimes si la respuesta es negativa, aún tienes la oportunidad de mejorar con la ayuda de Dios, afianza tu vida en la roca que es el Señor tu redentor.

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.” Salmos 19:14 (RVR1960).

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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