En el proceso de crecimiento comenzamos a adquirir responsabilidades, como estudiar y trabajar. Cuando nos independizamos iniciamos pagando las cuentas de la luz, agua, etc.,  y posteriormente, cuando nos volvemos padres y la responsabilidad crece, nos corresponde sostener nuestro hogar. Seguramente te encuentras en alguna de estas etapas.

Mientras nos hacemos adultos aprendemos a valernos por nosotros mismos, pero en este proceso corremos un peligro y es olvidar que tenemos un Padre que está con nosotros desde que nacemos y que, además, sigue siendo el mismo porque nos abraza, sostiene y carga cuando no podemos caminar ¿Has aceptado este cariño?

La mayoría de los adultos se ha acostumbrado a abrazar y besar a sus hijos y nietos, pero ha olvidado que también necesita recibir amor de un padre.

La palabra de Dios dice: “Óiganme, descendientes de Jacob, todos los que quedan del pueblo de Israel: Yo he cargado con ustedes desde antes que nacieran; yo los he llevado en brazos, y seguiré siendo el mismo cuando sean viejos; cuando tengan canas, todavía los sostendré. Yo los hice, y seguiré cargando con ustedes; yo los sostendré y los salvaré.” Isaías 46:3-4 (DHH)

Este mensaje es para los adultos, tal vez les ha comenzado a crecer las primeras canas o su cabello ya se encuentra blanco por la edad, a ti estimado hombre o mujer simplemente quiero recordarte que tienes un Padre con vida, alguien que todavía te sostendrá, Él te hizo, cargará tus problemas y te salvará.

Te animo a correr a los brazos de tu Padre con la fe de un niño, acércate a recibir su amor porque solamente Dios conoce lo cansado que te encuentras y quiere apoyarte ¡Confiemos en el Señor!


El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario