Las personas de quienes te rodeas pueden influir en tus buenas y malas decisiones.

Una joven llamada Patricia, cometió el error de dejarse llevar por el consejo de sus amigos para acosar a otra muchacha, solamente porque sentía celos por un joven que le atraía. Ella no tenía la intención de dañar a nadie pero por la mala influencia y poco carácter, hirió profundamente a su víctima con palabras crueles. Pero llegó al punto en el que su conciencia no la dejaba en paz. Arrepentida le pidió perdón y se alejó de quienes parecían sus amigos, sin embargo dejó a la muchacha con mucho dolor.

¿Qué hubiera pasado si Patricia no hubiera escuchado el mal consejo de sus “amigos”? Seguramente no iba a estar pesando en su conciencia el dolor que provocó en otra persona.

Es tan importante ser sabios al elegir al nuestras amistades, en especial de quienes escuchamos consejos. En el Salmo 1:1 (NTV) dice: “Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones;” es una advertencia para no desviarse por malas influencias.

Cuántos jóvenes se han sumergido en problemas o en vicios por seguir malas amistades, y no sólo jóvenes sino también las personas adultas o incluso niños que inician en la delincuencia por confiar en a personas equivocadas.

Sixto Porras, un consejero familiar, dice al respecto: “Elija sabiamente a sus amigos, porque definitivamente tendrán una gran influencia en su destino. Llegamos a hablar como ellos y pensamos como ellos. Los buenos amigos hacen la diferencia.”

Que Dios nos de sabiduría para que sigamos a personas que sean de bien para nuestra vida y para que nosotros también seamos esa buena influencia para otros.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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