La Biblia en el libro de Números en el capítulo 13, narra la vez que Moisés envió 12 espías a la tierra de Canaán para ver lo que allí había y lo que podrían enfrentar al tiempo de conquistarla.
Como sabemos los 12 regresaron, pero 10 de ellos dieron un informe enfocado en todos los obstáculos que allí enfrentarían y sólo 2, Josué y Caleb, llegaron asombrados por lo que vieron y la oportunidad que Dios les había dado.
Ambos informes eran correctos: Había gigantes, murallas grandes y guerreros que enfrentar, pero también era la oportunidad de obtener una gran recompensa. El problema estaba en el enfoque de los espías: 10 de ellos pesimistas y sólo 2 optimistas.
El pueblo tuvo que elegir qué actitud quería tomar frente a la información que los espías les habían proporcionado.
Números 14:1-4 dice: “Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: !!Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.” Versión Reina-Valera 1960
Lamentablemente Israel se dejó influenciar por el enfoque negativo de los 10 espías y no por la oportunidad que tenían de entrar en la tierra prometida, pero sobre todo no creyeron en la promesa que Dios les había hecho.
Muchas veces escuchamos malas noticias y puede ser que sobreabunden en nuestro entorno, incluso todo lo que se dice podría ser verdad, pero enfrentar este tipo de circunstancias tiene un propósito: En el mundo siempre hay más voces pesimistas, pero como cristianos debemos aprender a reconocer quién tiene la última palabra.
Dios hizo varias promesas que están escritas en la Biblia y por si eso fuera poco Él tiene toda la intención de cumplirlas en la vida de sus hijos. Sólo necesitamos decidir qué es lo que vamos a creer: La voz pesimista de quienes dudan de Dios o la palabra que ya está escrita.
Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.