“Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.” Amos 5:4

Dios iba a traer juicio al pueblo de Israel por causa de su desobediencia y los pecados que se cometían. Pero, como padre amoroso, dio primero la oportunidad para que se arrepintieran, antes de enviar el castigo. “Buscadme y viviréis.” Al final de la historia el pueblo no escuchó ni obedeció la corrección divina y tuvo que ser castigado por ello.

A veces olvidamos que nosotros también enfrentaremos el juicio de Dios, 2 Pedro 3:10, dice: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.”

No podemos evitar que ese día llegue, la realidad es que todos enfrentaremos la ira de Dios. Pero a diferencia del pueblo de Israel, tú puedes cambiar tu destino y salvarte. El Señor sigue siendo el mismo de ayer, de hoy y de siempre. “Búscame y vivirás dice Dios”

No hay excusas para no buscar a Dios, tenemos acceso libre para hablar con Él y pedir su ayuda. Ya no es como en el Antiguo Testamento donde únicamente el Sumo Sacerdote, podía acceder a la presencia de Dios y lo hacía solo una vez al año. Un velo muy grueso nos separaba del Señor, pero cuando Jesús clamó en la cruz “¡Consumado es!”, la Biblia relata que “…el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mateo 27:51) a partir de ese momento es posible llegar a su presencia en cualquier momento y encontrarnos con Él.

Dios quiere que le busques y vivas cerca de Él. No importa si has cometidos muchos errores o has dejado de buscar a Dios hace mucho tiempo. “Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana.” Isaías 1:18 (DHH)

Aparta un tiempo cada día para conversar con Dios y decirle cómo te sientes. “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” Jeremías 29:13.

Oremos:

“Señor perdóname por no buscarte cada día y dejar que otras cosas sean más importantes que Tú. Quiero ser un verdadero cristiano, comprometido contigo, apartado del mundo y de todos sus deseos. Ayúdame y cambia mi vida, trabaja en mí y prepárame para tu gloria y honra. En el nombre de Jesús. Amén.”

“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.” Isaías 55:6 (NTV)

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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