Pablo compartía con los corintos las dificultades y privaciones que estaban pasando a causa de la obediencia de predicar la Salvación en Jesús, pero también se presentaba en su vida como carta abierta.

En 2 Corintios 6:3-6 (NTV) dijo: “Vivimos de tal manera que nadie tropezará a causa de nosotros, y nadie encontrará ninguna falta en nuestro ministerio. En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre.Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero.“

Sin duda alguna lo que somos y lo que hemos creído lo demostramos en nuestros actos, en la manera de reaccionar en las dificultades que se nos presentan; siempre nuestro interior se revela en lo exterior.

¿Qué vida llevó Pablo para afirmar que no encontrarían ninguna falta en su ministerio? ¿Cómo soporto los golpes, el encarcelamiento, el cansancio y el hambre? Tenía una vida entregada totalmente al Espíritu Santo y estaba comprometido con Dios.

Por eso es importante invertir tiempo con Dios, en su presencia nuestras vidas serán transformadas tanto que podremos soportar las tempestades con la esperanza firme en la fidelidad de Dios.

Desarrollemos lo que Pablo logró para tener un vida prospera no solo aquí sino también para la eternidad.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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