“Decid entre las naciones: El Señor reina; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible; El juzgará a los pueblos con equidad.” Salmos 96:10

Dios se alegra cuando su pueblo predica el evangelio a los perdidos, y misiones es un ministerio hermoso que tiene la gran responsabilidad de llevar la palabra de Dios a lugares o pueblos lejanos que no conocen de Él.

Tomemos como ejemplo la ciudad de Almolonga, situada en Guatemala. Hace 30 años sus cárceles estaban repletas. Las estadísticas mostraban alarmantes tasas de alcoholismo, brujería y prostitución. Sin embargo y gracias a que fue predicado el mensaje del Evangelio, actualmente esa misma ciudad, tiene sus prisiones cerradas por falta de delincuentes. Además se la suele llamar “el jardín de las Américas” por el enorme tamaño de los vegetales que produce su tierra.

Almolonga fue bendecida por causa de la predicación del Evangelio, por lo tanto esto debiera hacernos tomar conciencia acerca de la importancia de las misiones. No tengas simplemente una actitud pasiva, involúcrate y apoya los movimientos misioneros. Recuerda que misiones se hacen con los pies de los que van, las rodillas de los que oran y las manos de los que dan.

Por Cristhian Castillo

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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