Muchos de nosotros tenemos posesiones de gran valor monetario o sentimental, que guardamos en un lugar secreto y seguro para impedir que alguien lo tome o que se dañe… Pero, ¿Hacemos lo mismo con nuestra mente y corazón? ¿Mostramos el mismo esfuerzo para proteger y asegurar nuestra relación con Dios?

Si bien nos esforzamos para cuidar esas posesiones valiosas, así también debemos cuidar nuestra vida espiritual de aquel ladrón (satanás) que no sólo quiere arrebatarnos cosas o personas de nuestra vida, sino que desea vernos destruidos.

Ante la amenaza constante del enemigo, debemos ser sabios y oír el consejo de Dios sobre el cuidado que debemos tener.

Cuida tu corazón “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.” Proverbios 4:23 (NTV) No permitas que las circunstancias adversas llenen tu corazón de tristeza, resentimiento, amargura, orgullo, etc.

Cuida tus palabras “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.” Proverbios 13:3 (RVR1960) Nuestras palabras pueden dañar a otros pero también pueden provocarnos heridas a nosotros mismos.

Cuida tus ojos “Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad.” Lucas 11:34 (NTV) Resulta complicado cuidar lo que vemos pues constantemente estamos siendo bombardeados con mensajes, películas, etc. Que tienen un contenido obsceno y malicioso por ello debemos tener mucho cuidado de lo que estamos mirando.

Cuida tu mente “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” Filipenses 4:8  (NTV) La capacidad de la mente es increíble, puede llevarnos a lugares que jamás hemos visto y lograr cosas que nunca hubiésemos alcanzado pero también puede llevarnos al más profundo pozo de pecado.

Así como el centinela cuida una instalación o el guardia de seguridad protege una entidad bancaria, así debemos cuidar nuestra vida espiritual, pero recuerda que también tenemos la protección de Dios.

“Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.” Salmos 16:1 (NVI)

Por  Judith Quisbert

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario