En los restaurantes más lujosos del mundo, muchos cocineros intervienen en la elaboración de un delicioso plato de comida, esto con el fin de sorprender al comensal. En la preparación se utilizan los mejores ingredientes, los utensilios adecuados y se le dedica el tiempo que necesita.

Cuando todo ya está cocido viene lo más importante: el montaje y la presentación del plato elaborado para asombrar al cliente y, para esto, un cocinero necesita tomar en cuenta lo siguiente: Leer libros relacionados a la cocina, saber lo básico de cómo montar un plato, necesita practicar la presentación de la comida, no sobrecargar el plato y fundamentar la razón del montaje.

Todo creyente es como un cocinero que debe saber cómo presentar el evangelio a las personas para sorprenderlas, tenemos que estar a la altura del mensaje que vamos a dar a quien lo necesita y para esto requerimos: Leer y tener conocimiento de la Biblia, poner en práctica lo que Dios nos enseña en su palabra, no debemos aparentar algo que no somos, debemos estar seguros de lo que vamos a dar a conocer y pedir la guía del Espíritu Santo.

Dios nos ha escogido para que podamos llevar su palabra a todo lugar, las buenas nuevas deben ser presentadas de la mejor manera. Aun así, no debemos olvidar que lo esencial es el amor por el perdido para que pueda encontrar paz y la salvación para su alma, esto es como saciar el apetito con un delicioso plato de comida.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.  Marcos 16:15 (RVR1960)

Por Miguel Ángel Veizaga

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario