“Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” Mateo 25:29 (RVR1960).

Estas palabras me han llevado a reflexionar sobre la responsabilidad que tiene una persona ante Dios.

Cuando estamos involucrados en un ministerio o departamento en la iglesia, adquirimos responsabilidades e incluso algunas obligaciones, pero surge una pregunta: ¿Cómo nos estamos desempeñando?

La actitud con que servimos a Dios es muy importante, ¿lo hacemos con excelencia o simplemente cumplimos y ya?

Mateo 25: 14-30 relata la parábola de los talentos, la cual, nos muestra la diferencia entre un siervo que no se esfuerza en lo absoluto, es más, sólo entierra lo que recibió y deja que pase el tiempo. A diferencia de los otros dos siervos que decidieron ser diligentes, su esfuerzo los llevó a duplicar lo que recibieron, por lo que fueron recompensados con la promesa de recibir más, y de tener la dicha de entrar en el gozo de su Señor.

“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:21 (RVR1960).

Algo que debe caracterizarnos como hijos de Dios, es que debemos desempeñarnos buscando la excelencia, dar lo mejor.

Una manera de evaluar nuestro rendimiento, es a través del resultado que obtenemos, así como los dos siervos recibieron más, nosotros también deberíamos observar un crecimiento, sea en el ministerio, en las responsabilidades e incluso en nuestra madurez.

Hoy te animo a valorar cómo ha sido tu desempeño en el servicio del Señor, ¿necesita mejoras?

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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