¿Cuántos de nosotros al atravesar circunstancias dolorosas y difíciles hubiésemos querido tener cerca a alguien que, sin necesidad de decir nada, simplemente esté ahí, brindándonos su apoyo?

Hay momentos en los que las palabras no confortan o dan el consuelo que quisiéramos y  cuando una silenciosa compañía hace más que mil palabras.

Así como pasamos por situaciones que nos hacen querer tener el apoyo de otras personas; quienes están en nuestro entorno, seres queridos, familia, amigos, etc., también tienen luchas que enfrentar y necesitan ser apoyados.

A veces no sabemos cómo reaccionar o que decir ante el sufrimiento de otras personas, y también puede suceder que quien sufre no encuentra la forma de exteriorizar cómo se siente o simplemente no está listo para hablar. En esos momentos, pongámonos en su lugar y quedémonos cerca, digámosle con nuestra presencia cuán importante es para nosotros y que  estamos ahí para él o ella.

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.” Salmos 34:18 (RVR1960).

Como recibimos ayuda y soporte del Señor, brindemos nuestra compañía a quienes sufren y dejemos que Él nos guíe y dé las palabras necesarias en el momento oportuno.

Por Cesia Serna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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