La gratitud es un aspecto que muchas veces pasamos por alto, en la epístola a los Colosenses encontramos una exhortación al respecto:

“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.” Colosenses 2:6-7 (RVR1960).

No sólo debemos procurar seguir los pasos de Jesús, perseverando en el camino de la fe y esforzándonos para agradar a Dios en nuestro andar diario, sino que también tenemos que abundar en acciones de gracias.

Muchos se preguntarán ¿Cómo puedo dar gracias si estoy abrumado(a) por los problemas, estoy enfermo o tengo un ser querido enfermo, nada de lo que hago sale bien, o no encuentro un solo motivo para dar gracias?

Estas preguntas son válidas, ya que como humanos nos es difícil ser agradecidos; no obstante, al ser Hijos de Dios, tenemos la responsabilidad de conocer Su Palabra y obedecerla, y ella nos dice:

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:18 (RVR1960).

Por ello, te animo a que empieces a dar gracias en todo momento, recuerda que cada día recibes el milagro de la vida, y si tienes una casa y alimento en la mesa, es un motivo más para agradecer a quien nos provee del sustento diario.

Aún las dificultades, si son vistas desde otra perspectiva, son un motivo más para agradecer, porque estas dejarán una enseñanza en nuestras vidas.

“con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;” Colosenses 1:12 (RVR1960).

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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