“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Efesios 6:4 (RVR1960).
Tener hijos es una bendición de Dios que implica una gran responsabilidad, puesto que es necesario instruirlos y capacitarlos para que en determinado momento puedan valerse por sí mismos. Es una tarea ardua que requiere no sólo amor y perseverancia, sino también mucha paciencia.
Guiar a un niño por el camino correcto, criar a un hijo en disciplina requerirá que uno se arme de paciencia, virtud fundamental que ayudará a ser más objetivos, evitando así dejarse llevar por emociones que pueden ser contraproducentes en el desarrollo del niño como también en su interacción o relación con los demás.
Recuerda que tuviste años para forjar tu carácter, no esperes que tus hijos actúen o reaccionen como lo harías tú. Ellos necesitan tiempo para aprender a reconocer sus emociones y mucho más para aprender a controlarlas.
“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Colosenses 3:21 (RVR1960).
Por Cesia Serna
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.