Una de las cosas que me fascina hacer en la vida es viajar, porque cada vez que visito un nuevo lugar puedo observar las maravillas del Señor.

Recuerdo la historia de una amiga que estaba delicada de salud pero tenía muchos deseos de conocer el mar; por esta razón, antes de morir pidió el apoyo de sus padres y doctores para salir del país. Su madre cuenta que cuando vio el mar y el hermoso paisaje que brindaba la playa, ella dijo: “Mira lo que hizo Dios, que maravilloso es Él”.

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.” Salmos 19:1 (RVR 1960)

Al observar la naturaleza podemos darnos cuenta de lo maravilloso que es Dios, los mares, ríos, cascadas, animales de diferentes tipos y color, el hermoso plumaje  de las aves y  la piel de los reptiles; incluso el organismo humano, cada parte de nuestro cuerpo tiene un propósito. Todo esto nos muestra una excelente obra que no pudo ser  producto de una explosión.

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular…” Job 38:4-6 (RVR 1960)

En este pasaje encontrarás muchas preguntas más que el Señor hace a Job sobre la creación, por lo que este hombre se da cuenta de lo poco que conocía a Dios y también es una reflexión para nosotros, te invito a leer todo el capítulo 38 de Job.

En esta oportunidad quiero animarte a meditar sobre la grandeza del Señor, te animo a visitar un lugar donde se manifieste su naturaleza, el mar, áreas verdes, flores, paisajes o simplemente el amanecer; mira en su creación, lo grande y majestuoso que es Él, y comienza a alabarlo.

¡Dale gracias por la obra de sus manos!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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